miércoles, 27 de mayo de 2015

Gritando susurros mientras caminamos

5 de Enero de 2015.


Este año, queridos reyes magos, quiero pedir sólo una cosa. 
Quiero pedir un 2015 en el que todo mi esfuerzo y ganas lleguen a todos mis seres queridos, repartir un poco de alegría entre la gente que me rodea y poder terminar el año igual que he terminado 2014, con ganas de seguir aprendiendo, creciendo, siendo mejor persona y haciendo de la vida de los demás, un lugar más tranquilo, un lugar, un momento, mejor.

En un momento indeterminado de la noche. Apareciste.

Después de todo este tiempo aun no se de que manera sucedió, pero la realidad, supera muchas ficciones, y al día siguiente, fuiste una realidad.

Dentro de poco hará 5 meses que estamos juntos, y en todo este tiempo no he dejado de maravillarme.



Suelo decir que tu fuiste mi regalo, porque mi petición fue honesta y de verdad, para todos los demás, y en ese momento apareciste.


No se muy bien que pensar al respecto. Es, como esta entrada de hoy. Que es para ti.

Soy parco en palabras de sentimientos, ya lo sabes, pero creo ser abierto y distendido en hechos y en demostraciones que no dejan lugar a dudas de lo que siento por ti.

Haces mi vida más fácil y me motivas para que yo aporte a la tuya lo mismo. 

Me encanta despertarme por las mañanas y darte un beso en esos morritos de piñón que tienes! 

Esa simpleza (y a la vez grandeza) me hace feliz, me contagia, me anima, me da vida.

Y lo mejor, me encanta poder compartir todo contigo, TODO. Mis sueños, mis miedos, mis ganas y ansias, mis necesidades. Saber que me miras y me entiendes, que me conoces desde dentro hacia afuera, que comprendes mi sistema y mis conexiones neuronales y te anticipas a mi mismo y mis momentos.

No se donde nos va a llevar este camino que estamos recorriendo, presiento que lejos, aunque tampoco me importa, porque, como tú, me centro en vivir el día a día y en ser uno las 24 horas.

Ahora toca un te quiero y bla bla bla, ¿pero sabes qué?

Que paso de decírtelo, porque se que sabes que ya no hace falta.







Finlandia





Finlandia

Ese lugar que llega a mis ojos cada vez que lo invoco.

Caminos sembrados de nieve y asfaltos 

marrones con las rodadas de cientos de coches y tráfico lento.

Aceras cubiertas de escarcha y hielo y huellas. Rastros amarillos de algún perro aventurero.

Aire frio y potente, que inunda mis pulmones, abriendo cada poro para aceptar el regalo de la vida.

Finlandia.

Miles de pinos albergando la historia de un pueblo libre, diferente, concreto y antiguo.

Un pueblo único.

Cierro mis ojos y recupero la sensación de ser parte viva de un complejo momento, con la única sensación de saber que pertenezco a ese lugar tanto como a mi tierra Asturiana, y que mi cuerpo respira y aspira la magia careliana que por toda Finlandia existe.

Veo y siento una caminata hacia Helsinki, bajando por Mannerheimintie mientras el invierno sacude la calle y unos pequeños gorriones buscan grano de un pequeño deposito que los
vecino san colgado en los arbustos.

Y entonces ocurre que vas caminando por la calle y una dulce abuela se cruza en tu camino y dice a modo de saludo.
Hyvää Joulua.

Finlandia.

viernes, 15 de mayo de 2015

15 de Mayo de 2015. 4 meses sin tí


Buenos días mamá!

Hoy hacen ya 4 meses y un día que dejé de hablar contigo y me sigue costando horrores.

Yo he seguido con mi vida, como tú querías que hiciéramos, pero hay momentos en los que me gustaría compartir contigo la felicidad que reina en mi día a día, compartir contigo que todo va bien, que sigo avanzando, que mi pareja es fenomenal y nos entendemos, que hablamos y nos comunicamos, como tu decías que era. 

Ganas de contarte que soy un culo inquieto y en el trabajo seguirán habiendo cambios, siempre a mejor.

De contarte que el otro día vi tal cosa o hice aquello que hace tiempo quería hacer.

Pero esos días, mamá, cuando me acuerdo y quiero hablarte, siento como una ola de frio sube por mi espalda al darme cuenta que ya no estás aquí, que ya no volveré a reir contigo ni a contarte mis cosas, que te fuiste un jueves gris de invierno lleno de nubes y truenos, y que este mundo perdió a una grandísima persona.

Ese sentimiento duele, pero no por ello dejo de seguir mirando al futuro, de seguir adelante, de seguir avanzando.

Mira que foto mamá, la pongo ahí porque se que te hará ilusión! Me la acaba de dar papá, que se la llevo mi profesora Orfelina. Al parecer, hasta estaba dedicada!!


Esa corbata me gustaba! era muy molona con el naranja y el negro, quizás me busque una igual para mi colección ... quien lo iba a decir, con lo que siempre las odié, que tenga más de 25 ahora mismo.

Bueno mamá, seguirán pasando los dias y seguiré acordándome de tí, todos. Y quizás, algún día, pueda volver a escuchar tu voz, aunque sea en mi cabeza, para decirme, una vez más como en aquel sueño en el que viniste a mi, que está todo bien, que eres feliz.

Te quiero.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Dibujando pequeños gritos surrados entre tardes de concentración

Tardes de concentración
Muchas veces tuve oportunidad de ver como tratabas de buscar esa concentración necesaria para confeccionar tus mandalas. 

Te ponías en la mesa de la cocina y poco a poco ibas configurando todos los colores del dibujo, hasta que sentías que estaba completo.

Mañana hace 4 meses que hablé contigo por última vez, y en estos 4 meses, recapitulo y veo lo que te echo de menos.

Parece increíble, aun hoy, que ya no estés con nostros, que sea imposible coger el teléfono y llamarte, que ya no leas mis WhatsApp's ...

El tiempo seguirá pasando mamá, y seguiré echándote en falta.

Pero mientras el tiempo pase, seguiré siendo como soy y siendo, aunque no puedas verlo, el reflejo de ti misma.

¡Hasta luego!